Un ensayo descriptivo sobre la materia de Lengua y Literatura
La comunicación escrita en las aulas debe
estar alineada a situaciones profesionales pragmáticas. En la sociedad
“androide” que vivimos actualmente, se sacrifica la corrección estilística en
aras de la “comunicación eficiente”. En
tal virtud, la cátedra de lenguaje debe orientarse a tres aspectos claves: la
necesidad de comunicarse eficientemente en el mundo profesional; la aplicación
de principios como la adecuación, coherencia y cohesión, y la importancia de la
corrección morfosintáctica y ortográfica.
La comunicación profesional debe considerar la claridad,
precisión y concisión. Un adagio popular reza “lo bueno, si es breve, dos veces
bueno”. El estudiante debe estar consciente que
el lenguaje connotativo es propio de los recursos literarios. En el
campo profesional, la denotación –unida a los principios señalados al inicio de
este documento- permiten una comunicación lineal, transversal y extrapolar
carente de dudas y malinterpretaciones. Ello implica además, que las
herramientas tecnológicas bajo ninguna circunstancia suplen el manejo adecuado
del idioma.
Las circunstancias laborales son variadas y diversas. El
profesional debe estar preparado para comunicarse con cualquier individuo o
grupo. Por ello debe estar preparado para alternar elementos como los niveles
del habla, adecuación, coherencia y cohesión. Es muy importante que interiorice
el que se escribe con la intención de ser entendido. Elegir el tono correcto,
guardar relación entre lo que se expone y la intención comunicativa, a más de
que las ideas formen parte de un todo (partiendo de una idea principal y la
posterior sustentación de la misma con el fin de que el texto forme un solo
cuerpo) son recomendaciones claves para una comunicación exitosa.
La presentación de un texto es sustancial… No se trata
únicamente de elementos externos (modelo de carpeta, tipo de papel, color de
tinta, imágenes a color, etc.). Parafraseando la frase bíblica “¿De qué le
sirve salvar la puntualidad de la entrega si al final pierde el negocio?”… Un
texto no revisado, con faltas ortográficas, en un tono inadecuado, con manejo
coloquial en algunos casos, oraciones ambiguas y desestructuración de la
secuencia lógica de las ideas, no hace otra cosa que hablar deficientemente del
profesional sujeto de la consulta.
La materia de Lengua es clave en un mundo de confusión y de
necesidad de comunicarnos adecuadamente. No se acaba con el pase del curso y
los niveles. Es un eje transversal inherente a todas las materias - e incluso forma parte del mundo pos
universitario-. No conseguir que los futuros profesionales tomen conciencia de
ello es permitirles sumar un riesgo más de fracaso.
Hoover Mora Gutiérrez
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